Start up y micropyme: las 7 diferencias
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La semana pasada vimos que las start ups y las micropymes tienen grandes diferencias, especialmente a nivel de filosofía, de planteamiento de empresa y de las consecuencias que se derivan de dichos puntos. Hoy nos preguntamos, una start up y una micropyme, ¿tienen puntos en común?
Recordemos primero, en qué consiste cada tipo de empresa.
Incluimos dentro del grupo de las micropymes aquellas empresas y negocios que están formadas por un autónomo y hasta nueve personas contratadas y facturan menos de 2 millones de euros. Es decir, tanto podemos hablar de empresarios individuales como de sociedades, pero lo que tienen en común es que son el segmento de tamaño más pequeño de empresas.
Las start ups son empresas que se caracterizan por un nivel de innovación elevado. Son negocios escalables y con un alto potencial de crecimiento. Estas características hacen que sean empresas con un riesgo elevado pero también con rendimientos muy superiores a la media del mercado.
Y la respuesta, en mi opinión, es que sí, que tienen varias semejanzas, más allá del hecho de que toda start up, en sus primeras etapas, también es una micropyme ya que entra dentro de este tamaño de hasta 10 personas .
La primera semejanza, la elevada implicación y compromiso por parte de sus promotores. De hecho, crear una empresa no es sencillo, que el negocio funcione día a día, tampoco. A menudo hay altibajos que hay que superar y sólo es posible hacerlo si los promotores de la empresa, tanto si son de start ups como de micropymes, están firmemente comprometidos con el proyecto.
Este punto está fuertemente relacionado con el siguiente, el alto grado de gestión emocional que se requiere, en cada una de las etapas del proyecto. Ya lo hemos dicho, los objetivos no se suelen cumplir, las previsiones no salen a la primera, hay que aceptar que no ha ido bien, aprender y volver a intentarlo. Tristeza, dudas, alegrías, pesar, … forman un cóctel emocional que hay que gestionar para que el proyecto, start up o micropyme, llegue a buen puerto.
En tercer lugar podemos comentar el elevado conociendo los servicios / productos que ofrece y del sector que suelen tener las personas que deciden crear una empresa. Es habitual que haya una formación, una experiencia en el ámbito de trabajo en el que se desarrollará la empresa y también del sector. Esta es una de las bases del éxito del proyecto.
Fruto de este conocimiento, también es habitual, en una primera etapa, el uso de la red de contactos para encontrar los recursos necesarios, hacer los primeros clientes, testar los productos/servicios. En el caso de las starts ups, este punto es muy intensivo y se amplía en etapas posteriores por la misma vocación de crecimiento que tienen estas empresas.
Otro elemento importante para el éxito del proyecto es su orientación al mercado. Escuchar al cliente, ofrecer el producto/servicio más adecuado a sus necesidades, son elementos claves para la viabilidad y la pervivencia de las empresas. Start ups y micropymes afrontan y desarrollan, sin embargo, este reto de formas diferentes y, muchas veces, en momentos distintos.
Finalmente, ambos tipos de empresa contribuyen a la economía con la generación de puestos de trabajo y riqueza.
Es decir, podemos concluir que la vocación de las start ups es diferente de la vocación de las micropymes. Pero que las habilidades y capacidades de los emprendedores para desarrollar con éxito tanto una start up como una micropyme no son tan diferentes -cada en su dosis-. Y, finalmente, ambas tipologías de empresa contribuyen al crecimiento económico del entorno en el que se ubican.
¿Qué opináis? ¿Tienen más puntos en común?
En proyectos en los que te juegas mucho te ayudo a entender tu empresa a partir de sus números, para que puedas clarificar, estructurar y planificar las mejores opciones para ejecutar tus proyectos. ¿Hablamos?