¿Qué tipo de financión alternativa requiere tu negocio?
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28 de diciembre de 2018Una de las mayores preocupaciones cuando una empresa crece es limitar los costes fijos y que los costes que se produzcan sean de tipo variable. En el post ¿Cómo reducir los gastos de estructura de tu empresa? hablamos de la estructura mínima viable (EMV), es decir, de aquellos recursos que son necesarios para el buen funcionamiento de la empresa y de la necesidad de que se mantengan en proporciones ajustadas para así transformar los ingresos en beneficios.
Uno de los elementos que nos ayudan a mantener una estructura mínima viable es el uso de un espacio de coworking, puesto que nos permite tener el recurso de un espacio de trabajo a un precio más asequible que el alquiler de una oficina.
Recordemos que un coworking es un espacio de trabajo compartido con otros profesionales y con otras empresas. El espacio de coworking alquila puestos fijos o bien puestos variables bien por tiempo completo, tiempo parcial, unos días a la semana e incluso días esporádicos. El precio del alquiler incluye el espacio, la infraestructura (mobiliario) los suministros (electricidad, internet), atención en recepción propia y de visitas.
En consecuencia, obtenemos una oficina equipada a un coste asequible y adaptado a nuestras necesidades.
Existen también varios coworkings especializados en sectores, los cuales ofrecen i/o servicios especializados para dichos sectores. Es el caso de los co-sewing en el sector de la moda, consultas para el sector sanitario, estudios de fotografía…
Pero observo que las ventajas de un coworking van más allá de contribuir sólo a una estructura mínima viable. Vamos a comentar algunas.
En primer lugar, ayuda a reducir la sensación de soledad que en muchas ocasiones tienen las personas emprendedoras. El hecho de compartir espacio con otras personas en situaciones similares crea comunidad y da seguridad.
Además, permite separar el espacio profesional del espacio particular-familiar y del tiempo personal y profesional. En definitiva, ayuda a la propia organización personal y del negocio.
El hecho de compartir espacio con otras empresas y emprendedores, contribuye a ampliar la red de contactos, al intercambio de ideas, a la creación de sinergias. En definitiva, coworking, trabajo en cooperación y todo el potencial que esta línea de desarrollo tiene.
Finalmente, mejora nuestra imagen de empresa. El hecho de quedar con un cliente en un espacio adecuado, que cuando llegue haya alguien que le atienda, genera una imagen positiva de nuestro negocio.
En definitiva, el coworking es un elemento que puede ser muy valioso para el desarrollo de nuestro negocio, tanto desde un punto de vista económico domo de potencial desarrollo del mismo.
Si tienes dudas sobre cómo encarar el desarrollo de tu negocio, llámanos. Una simple conversación sobre el tema te pondrá en la solución.