La gestión del tiempo del emprendedor
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23 de febrero de 2018Hemos oído hablar en reiteradas ocasiones de la soledad de quien tiene una empresa o un negocio. Es un comentario que lo me lo han repetido de forma muy transversal, porque me lo han dicho tanto personas que tienen a su cargo empresas grandes, medianas, pequeñas e incluso autónomos.
Entiendo que hace referencia a la soledad en la toma de decisiones. Al final, eres quien decide y quien asume la responsabilidad de dichas decisiones.
Pero a medida que descendemos en el tamaño de la empresa, observamos como hay, al menos, una segunda connotación. A mayor tamaño de empresa, más recursos y, por tanto, puede haber un equipo de trabajo y de apoyo a las decisiones. El día a día, las decisiones, las inquietudes, se pueden comentar en mayor o menor medida. A medida que las empresas son más pequeñas, este equipo se reduce hasta desaparecer. Y llevar las preocupaciones a casa no es recomendable. Es en este punto donde se hace más patente la soledad del empresario.
Pero, ¿ya está? ¿La idea es que estamos solos, y punto? Tener una empresa significa estar y sentirse solo. Es un hecho.
Pero, ¿y si pensamos que es una opción?
¿Cuántas personas que tienen un negocio, como nosotros, se encuentran igual? ¿Dónde las podemos encontrar? ¿Cómo podemos compartir nuestras experiencias y aprovecharlas?
Pues se me ocurren algunas ideas.
Por ejemplo, participar en formaciones: ir a elles no sólo con espíritu de aprendizaje sino también con la idea de conocer otros participantes. No para hacer clientes, sino para ampliar nuestra red de contactos.
En muchas ocasiones estas formaciones las realizan asociaciones empresariales. También organizan comidas, cenas y otros actos de networking para que los asociados se conozcan, amplíen su red de contactos, compartan experiencias, …
También organizan espacios de formación y de conocimiento algunas entidades de promoción económica de diferentes municipios. Es una oportunidad excelente para entrar en contacto con otros empresarios de la zona.
También podemos hablar de networkings. Podemos encontrar algunos que se realizan puntualmente pero también de hay otros que se organizan de forma periódica.
Ir puntualmente un día a algunas de estas acciones sólo nos permitirá ver de qué va. Pero participar de forma continuada nos ofrece la posibilidad de ampliar nuestra visión, compartir experiencias, mejorar nuestra red de contactos. En una palabra, nos puede permitir pasar de trabajar a nivel individual a trabajar en red.
Llegados a este punto, ¿aún pensamos que la soledad de quien tiene una empresa es un hecho? Sólo hay que actuar para que la opción sea estar y sentirse acompañado. Es decir, depende más de nosotros que del hecho de tener un negocio.
En proyectos en los que te juegas mucho te ayudo a entender y a orientar tu empresa desde un punto de vista estratégico, para que puedas clarificar, estructurar y planificar las mejores opciones para ejecutar tus proyectos. ¿Hablamos?
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