¿Puede el éxito empresarial conducirte al fracaso?
19 de septiembre de 2018¿Cómo hacer un modelo de negocio escalable?
3 de octubre de 2018Crecimiento y escalabilidad son dos conceptos que, a primera vista puede parecer que van juntos, o incluso que son sinónimos, pero no es así. En primer lugar, concretemos: ¿a qué nos referimos cuando hablamos de crecimiento y de escalabilidad?
Entendemos que una empresa crece cuando incrementa sus ingresos, fruto de un mayor volumen de venta. En el sentido tradicional del término, este crecimiento también conlleva un incremento de recursos y, en consecuencia, un aumento de los gastos.
El concepto de escalabilidad hace referencia al hecho de incrementar los ingresos del negocio sin incrementar los gastos o con un aumento proporcionalmente muy inferior al crecimiento de ventas.
Como ya habéis adivinado, el primer caso conlleva una reducción del beneficio, especialmente al principio del proceso de crecimiento, porque muchas veces se añaden los recursos cuando aún no se ha producido el incremento de ingresos. Es decir, primero incorporamos el gasto y es al cabo de unos meses, cuando se produce efectivamente el incremento de venta, que obtenemos un mayor rendimiento del negocio.
El caso de la escalabilidad, en cambio, conlleva un mayor rendimiento del negocio desde el primer momento. Este es un concepto típico de las empresas llamadas start ups. Estos negocios se caracterizan por tener un crecimiento muy acelerado y un rendimiento muy elevado, gracias precisamente a su gran escalabilidad.
Desde estas definiciones, podemos decir que crecimiento y escalabilidad ponen el foco en cuestiones diferentes. El primero lo pone en los ingresos y la escalabilidad lo pone en el beneficio.
Seguro que hay negocios que son mucho más escalables que otros. Incluso podemos decir que la escalabilidad forma parte de la misma esencia de algunas empresas. Es el caso, por ejemplo, de las de software, las cuales deben invertir en el desarrollo del software pero, una vez lo tienen, los clientes se lo pueden descargar directamente desde una plataforma. En el caso contrario, por ejemplo, una empresa instaladora: si quiere atender a más clientes, será necesario que contrate más técnicos.
Podemos concluir, pues, que a pesar de que cada empresa tenga una facilidad más o menos acentuada para crecer, el hecho de incorporar el concepto de escalabilidad a dicho crecimiento, pone el foco no sólo en los ingresos sino también en el beneficio y, en consecuencia , facilita que los resultados se vean menos mermados.
Si tu empresa está en proceso de crecimiento y quieres que te ayudemos a gestionarlo, no dudes en llamarnos. #Disfrutatunegocio