Alimentarse bien para emprender mejor
16 de octubre de 2018¿Qué tipo de financión alternativa requiere tu negocio?
26 de noviembre de 2018Habitualmente asociamos el crecimiento de la empresa a un incremento de ingresos. Pero, tal y como hemos visto en posts anteriores, también suele ir acompañado de más gasto y, generalmente, de inversiones. Pero, ¿cómo financiar este crecimiento de tu empresa?
A menudo, las mismas personas que gestionan la empresa son conscientes de que las inversiones (maquinaria, vehículos, reforma de un local, …) conllevan una financiación a largo plazo. Normalmente se realizan aportaciones de fondos por parte de la propiedad y se contratan préstamos a largo plazo -a 5 o más años- y leasings. Esta financiación permite acomodar el retorno de las cuotas a la generación de dinero que puede tener el negocio en el tiempo.
Pero lo que no es tan evidente es la necesidad de financiar otras partidas, como pueden ser los materiales que tenemos en stock y los saldos de clientes.
Detengámonos un momento en estos dos apartados:
- Los materiales que tenemos en el almacén son un tipo de inversión que tiene rotación. Es decir, el material entra y sale pero el valor de lo que hay almacenado suele ser bastante fijo. Cuando el negocio crece, dicho importe también se incrementa de forma más o menos proporcional.
- Lo mismo ocurre con los saldos de clientes, es decir, con las facturas que la empresa ha emitido y que los clientes aún no han pagado porque no han vencido. El crecimiento produce un aumento del volumen de dicho saldo.
En consecuencia, se incrementa el volumen de dinero que queda fijo en la empresa en forma de inventario y de saldos de clientes pendientes de cobrar. La persona que gestiona la empresa es consciente de que venden más, pero percibe que dicho aumento de venta no se traduce en forma de dinero en caja. El principal motivo es que está invertido en los saldos de clientes y en material. Si no se tiene en cuenta, puede provocar tensiones en los cobros y pagos.
La forma de solucionarlo es con financiación. Seguramente os recomendarán una póliza de crédito. Es decir, un instrumento financiero que permite poner la cuenta del negocio en negativo, hasta un límite acordado, de manera que la empresa pueda pagar a los proveedores y, cuando se cobre de los clientes, se compense este saldo negativo.
Esta solución sólo es válida para crecimientos muy limitados. Cuando realmente se producen crecimientos importantes y con continuidad en el tiempo, es insuficiente. Porque los saldos también tienen un incremento continuado y, por lo tanto, no llegamos nunca al final.
Lo recomendable en estos casos es tratarlo como una inversión -como si compráramos una máquina, por ejemplo-, y financiarlo con un préstamo a medio plazo. Así damos tiempo a la empresa invertir en su crecimiento -en este caso en partidas a corto plazo- y a devolver la financiación en la medida en que el mismo negocio realiza el recorrido de saldo-financiación-pago-cobro-pago-cobro- pago y hasta que se equilibra el proceso. El hecho de ser a medio plazo también permite tener un colchón de seguridad por si, en algún momento, este engranaje se atasca de forma temporal.
Para ahorrar sorpresas, es muy recomendable planificar desde un punto de vista económico el crecimiento de nuestro negocio. Las indicaciones que hemos comentado son generales. Hay que estudiar cada caso en detalle, realizar una previsión de las inversiones, de los gastos y de los ingresos esperados y decidir, a continuación, la financiación más adecuada. En esta fase también te podemos acompañar para que la realices con las máximas garantías. Llámanos si quieres que hablemos del tema.
#DisfrutaTuNegocio
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